24 abril, 2011
Me acuerdo de aquel tiempo cuando se podían detener las cosas que se complicaban con un simple.. " Eso no vale, ¡Trampa! ".Cuando un helado era la mejor recompensa.. Y quitar las ruedas pequeñas a la bici significaba un gran paso en tu vida.Los errores se arreglaban diciendo simplemente... " Empezamos otra vez ". Y las decisiones importantes se tomaban con un práctico " Pito-pito gorgorito ".Cuando el negocio del siglo era conseguir cambiar las figuritas repetidas por la que hacía tanto tiempo que buscabas... Cuando para salvar a todos los amigos en el escondite bastaba con un grito: '¡Por mí! ¡y por todos mis compañeros! .Porque decir:¡Tonto el último!era lo único que nos hacía correr como locos hasta que el corazón se nos salía del pecho.Todas estas simples cosas nos hacían felices, no necesitábamos nada más que una pelota, una muñeca y un par de amigos con los que jugábamos durante todo el día.
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